Las siguientes conclusiones o
“ventanas” de esta tesis, parten de la construcción de un corpus documental de
34 artículos sobre los colectivos de arquitectura españoles y algunas
referencias en Latinoamérica. Se consideran como unas definiciones preliminares
que hacen parte de la pequeña historia de los colectivos de arquitectura y sus
prácticas de producción y documentación en diversos territorios, que invita a
investigar y ejemplificar el fenómeno de las cooperaciones.
1 Ventana:
Modo enjambre
El
estado de los colectivos de arquitectura siempre está en reproducción y no
presenta límites en este actuar, siempre y cuando los recursos estén acordes a
lo legitimado por la comunidad. Su ejercicio retórico invita a buscar
alternativas que les permita juntarse con otros. Esta lucha siempre ha estado en
la historia de la arquitectura y se puede decir en los términos de Walter
Benjamin: está el rutinero que hacen funcionar el aparato y están los
productores que lo quieren mejorar o hacer sus propios aparatos.
Los
colectivos de arquitectura, como autores (re)productores, tienen como prioridad
establecer procesos abiertos que permitan reproducir las experiencias alrededor
de las arquitecturas construidas, de modo que sirvan como referente para otras
comunidades, ya sea como puntos de partida o llegada de sus proyectos. Es preferible hablar del término “reproducir”
que “replicar”, pues realmente se considera un proceso abierto aquel que además
de involucrar diversos participantes en un proyecto de arquitectura colectiva,
desarrolla habilidades (libertades)
sobre las dinámicas de participación y documentación del proceso:
-
Una
co-planeación donde se identifican los diversos participantes en cuanto a
gestión de recursos, producción y comunicación del proceso. Se desarrollan
ejercicios sobre lo que se puede hacer según las necesidades y los acuerdos de
la comunidad, con una delimitación que se basa en el terreno de las
posibilidades y no en el deseo.
-
Un
diseño de prototipos coordinado por los arquitectos que se concibe como un ejercicio pedagógico
de veeduría comunitaria antes de empezar a construir la obra.
(Autorregulación).
-
Una
producción participativa de la construcción a partir del convite, como la
fiesta de la comunidad en torno al espacio común.
-
Una
apropiación de uso que corresponde a una agenda colectiva sobre el espacio
común, que independientemente de su carácter público o privado es reconocido
por la comunidad como un espacio propio, que sugiere una política de enjambre
alrededor de las intervenciones materiales y de programación cultural en el
espacio.
Comunicaciones en la Web: encontrar
aliados y gestionar el conocimiento colectivo sobre las prácticas de
autoconstrucción. Las
comunicaciones contemporáneas representadas en las redes virtuales y la Web,
hacen que la gestión de alianzas facilite y alimente la voluntad común,
aportando diversidad cultural a los proyectos de construcción, y promoviendo
una resistencia a través de la circulación de prácticas y contenidos locales
compartidos. Aportando a su vez a la proliferación de los colectivos.
2 Ventana: Revisión histórica del autor
en la arquitectura hacia una resignificación constante de la identidad sobre la
disciplina
Otra
ventana que se abre con este documento es la invitación a realizar una revisión
constante de la figura del autor en la arquitectura. Hoy. desde una posición
ética y ecológica sobre el uso de los recursos y el impacto social favorable o
desfavorable que puede ocasionar la mirada unidireccional del autor en las
dinámicas económicas y ambientales de la vida en comunidad.
Las cooperaciones actúan frente a esta figura en dos ámbitos: el primero es
la producción local y la experimentación de otros esquemas de orden social más
horizontales que permite el desarrollo de un amplio catálogo de prácticas,
desde el hacer de la autoconstrucción: diseño de cacharros para apropiarse del
espacio público o el dibujo de una cartografía crítica de necesidades y posibilidades
en el espacio común del barrio. El segundo ámbito son las circulaciones globales o la comunicación,
que expande los límites del territorio por medio de los contenidos compartidos
y abiertos que posibilitan la creación de redes sociales entre colectivos de
arquitectura, y otros actores, que aportan diversas perspectivas a las
acciones. En estos dos ámbitos se configura el aparato de los colectivos de
arquitectura, en la valoración del
proceso cooperativo de la producción y distribución de sus prácticas como
autores-productores que se caracterizan por su activismo político.
3 Ventana:
Mirada a las Cooperaciones nacionales y locales (Colombia - Medellín)
¿Qué están haciendo y dónde están
los colectivos, hoy, en Colombia y en Medellín?
La cooperación comunitaria
de cierta manera siempre ha estado en Colombia o en Latinoamérica como las
mingas y los convites como estrategias colectivas de participación y fiesta. La
voluntad de construir el espacio de manera cooperativa es una tradición
cultural acompañada de la necesidad de gestionar y resistir en la ciudad.
En Colombia se pueden encontrar hoy colectivos y
universidades interesadas en las prácticas de autoconstrucción que desarrollan los colectivos de
arquitectura a nivel local. Como ejemplo está
el grupo PEI de la
Universidad Pontificia Javeriana que experimenta con la autoconstrucción y los
intercambios entre arquitectos o colectivos como parte de su práctica
profesional. Uno de sus proyectos es Palomino
Cultura que concibe el urbanismo de esta zona de La Guajira a través de un
proceso social de autoconstrucción con materiales de la zona.
También están los colectivos colombianos como Arquitectura Expandida que desarrolla
proyectos de autoconstrucción en guadua como la Casa del Viento, un espacio comunitario para hacer talleres. En Medellín existen referentes que llevan gestionando y
desarrollando cooperaciones comunitarias desde hace más de dos décadas como la Casa Amarilla de La Corporación Cultural
Nuestra Gente en el barrio Aranjuez, que lleva 29 años operando en el
territorio construyendo su espacio social, ocupándolo y reprogramando su sede
(casa) en el barrio. Por esta línea de acción tenemos a Platohedro, Proyecto NN
y Por estos días que se encuentran
desarrollando procesos sociales en sus territorio inmediatos y funcionan
como espacios donde jóvenes profesionales y estudiantes hacen parte del
colectivo desde el desarrollo de proyectos con esquemas de co-creación y
co-producción horizontales.
Brecht quería ser recordado como un “proponente de propuestas”: “Él
hizo propuestas nosotros las llevamos a cabo” (Jameson, 2013). Y esta
invitación es la que está por ponerse a prueba en Medellín, para pasar de la
ventana a la calle.
La subjetividad no se construye a
partir de la arquitectura como edificio, sino desde las cooperaciones que
median en la producción de arquitectura y en las relaciones comunitarias, donde
el arquitecto es un actor más de las dinámicas cooperativas que a través de un
proceso conjunto de planeación, diseño y construcción logran representar en una
estructura el empoderamiento colectivo.
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